Este año estamos frente a un especial aniversario del Día del Veterano y los Caídos de Malvinas. Si bien para la mayoría de los argentinos sigue intacta la reivindicación histórica por los héroes que sacrificaron sus vidas, estamos ante un Gobierno que en distintas oportunidades ha demostrado vulnerar este sendero.

 

Más de 300 jóvenes perdieron sus vidas en aquella Guerra y, al igual que sus sobrevivientes, lucharon de forma indeclinable por la defensa del territorio y del pueblo argentino. Nuestros compatriotas fueron expuestos y sacrificados a un enfrentamiento injusto, a una guerra ilegítima orquestada por el Gobierno de facto de Leopoldo Galtieri.

 

La dictadura más oscura que hemos tenido, pretendió dar continuidad a su política de Estado terrorista y genocida a través de la militarización. A partir de esta fecha, nuestra defensa soberana se convirtió más indeclinable que nunca.

 

Aquel precedente histórico, ha hecho crecer al pueblo argentino, apelando de manera constante al diálogo y la diplomacia. Lamentablemente, el Gobierno actual ha cambiado de rumbo y se subordinó a las presiones de sus pares Británicos adaptándose al discurso del «derecho de autodeterminación de los isleños».

 

Hace unos pocos meses, la canciller Susana Malcorra firmó un acuerdo con su par británico para explorar y explotar los recursos pesqueros e hidrocarburíferos en el mar argentino en inmediaciones de las Islas Malvinas. Esos hechos truncan nuestra histórica lucha y se ajustan con exactitud a los intereses de Inglaterra.

 

Estas posiciones esconden, en realidad, intereses geopolíticos. El bloque de poder que expresan los británicos, busca apropiarse de nuestras riquezas, consolidar su poderosa base militar en un área estratégica del Atlántico Sur y fortalecer sus propósitos en nuestro territorio.

 

En este nuevo aniversario debemos reafirmar, en las antípodas de Inglaterra, el cumplimiento y el respeto de las resoluciones emitidas por la Organización de Naciones Unidas (ONU).

 

¡Las Malvinas son y serán argentinas!

 

Senadora Silvina García Larraburu