Hoy Bariloche cumple 115 años de historia y, entre recuerdos, rememoramos los tiempos de nuestros abuelos y bisabuelos.
En aquel entonces, sus pobladores ya sembraban la grandeza que tendría este lugar. En sus primeros pasos, con la convivencia entre los pueblos originarios y las colectividades migratorias, se caracterizaban por el esfuerzo y la perseverancia de lo que significaba la vida en esta zona.
Gracias a esa multiculturalidad, la ciudad forjó una idiosincrasia determinada por la variedad de sus comidas típicas, su música, sus coloridas vestimentas, sus imponentes paisajes montañosos y el encanto de sus ciudadanos.
Poco a poco, aquella pequeña aldea de montaña logró convertirse en lo que es hoy: una ciudad inigualable. Atrae al turismo nacional e internacional por su característica arquitectura, por su diversidad cultural y, fundamentalmente, por la calidez y el esfuerzo de su gente.
Sabemos que hemos atravesado momentos muy difíciles como sociedad, no obstante siempre aprendimos a levantarnos con admirable fuerza comunitaria, sembrando el mejor de los ejemplos para los más jóvenes.
La palabra desarrollo es muy significativa para los barilochenses, se trata de un anhelo que pudimos hacer realidad gracias al crecimiento científico tecnológico. Alcanzamos una escala de punta: construimos satélites de comunicaciones, hemos ganado licitaciones mundiales compitiendo con países más desarrollados, nos posicionamos en proyectos destacados en áreas nucleares, aeroespaciales, satelitales, médicas, de industria y de energías alternativas.
Como cabecera de la Patagonia y como importante urbe argentina, Bariloche merece que continuemos fortaleciendo a este pueblo pujante, trabajador e incansable.
Con el orgullo de haber nacido y crecido en este entrañable suelo, ¡deseo un muy feliz aniversario a toda la comunidad de Bariloche!
Senadora Silvina García Larraburu