Bajo la consigna #LaCalleNoEsUnLugarParaVivir, el 12 de agosto de 2014 presenté el proyecto de ley sobre Personas en Situación de Calle, cuyo expediente actual es el S-105/16. Fue trabajada en el marco de una construcción colectiva, desde mi mandato como Diputada Nacional 2011-2013, con las organizaciones dedicadas a la problemática, fundamentalmente Proyecto 7, y también junto a Ciudad sin Techo, Caminos Solidarios y Red Solidaria, entre otras.
Ante el aumento del índice de pobreza y de indigencia, suscitado este año, solicité formalmente el urgente tratamiento del proyecto al Presidente de la Comisión de Derechos y Garantías del Senado, Luis Naidenoff. Asimismo, en la actualidad la iniciativa está siendo representada en la Cámara de Diputados, a fin de potenciar el debate en ambos cuerpos parlamentarios.
Sin duda estamos ante una emergencia social, la realidad de las personas que viven en la calle es de extrema vulnerabilidad. De acuerdo a las cifras oficiales, dadas a conocer por consultorías, centros de estudios y medios de comunicación, sólo en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires el nivel de pobreza ha crecido en un 3% en relación al mismo período del año pasado
La expulsión a la pobreza e indigencia, inevitablemente va acompañada de mayor población sin un techo digno para vivir. En la actualidad, Argentina no cuenta con ningún relevamiento oficial específico que permita dar cuenta precisa las personas en estas condiciones.
La normativa, además de prever un censo, reconoce los derechos de las personas que están esta situación; tanto los que viven a la intemperie, como quienes están habitando asentamientos precarios, hoteles subsidiados o paradores.
Asimismo establece un programa que contempla varios aspectos operativos, como la creación los centros de reinserción idóneos para contención y reinserción social de las personas en esta circunstancia.
La Ciudad de Buenos Aires presentó un censo anual que arrojaba 860 personas físicamente en la calle, 1123 alojadas en diferentes dispositivos, 170 con sentencia firme de desalojo y 131 familias en ranchadas; es decir, según números oficiales en la ciudad no habría menos de 3000 ciudadanos en esta situación.
No obstante, las organizaciones dedicadas a la temática han advertido que los números no son reales y estiman que alrededor de 22 mil personas están en situación de calle. En tanto, mientras el déficit habitacional se agudiza, en los edificios de la Ciudad de Buenos Aires se instalan macetas o rejas para no lidiar con la problemática.
El crecimiento de la problemática este último año no es casual, se debe a las decisiones políticas y económicas tomadas por la actual gestión: concentración de la economía, desempleo, quita de retenciones, baja del gasto, suba de la tasa de interés, tarifazo y desregulación del sistema financiero, entre otros.
Es sumamente notable el incremento de las personas en situación de calle, se trata del sector de la población con mayor grado de marginación y vulnerabilidad. Por lo cual resulta imperioso tomar medidas, hacer un relevamiento y priorizar su contención de manera urgente.
Silvina García Larraburu