Un 29 de mayo de 1969 vivimos la insurrección del Cordobazo, con el protagonismo y la alianza del movimiento obrero organizado y el estudiantil. El hecho histórico sirvió para la organizaron y lucha contra aquellos que pretendían sostener una sociedad basada en la injusticia social.

Nuevamente levantamos las mismas banderas de los protagonistas del Cordobazo y del Rosariazo, bajo la organización como premisa: La juventud y la clase trabajadora deben ser partícipes del proceso de transformación. Esto es posible con unidad estratégica de todos los actores involucrados y representados en los diversos movimientos sociales que hacen eco de sus reclamos.